La pregunta que da título al presente post es una de las más usuales entre quienes desean someterse a un tratamiento de implante dental. La respuesta es afirmativa, aunque conviene matizar en cada caso. Existen, por tanto, ciertas contraindicaciones, que pueden ser absolutas o relativas en función del estado de salud previo del paciente, de las particularidades del mismo y de las características del obstáculo en cuestión.