¿Poseen contraindicaciones los implantes dentales?

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La pregunta que da título al presente post es una de las más usuales entre quienes desean someterse a un tratamiento de implante dental. La respuesta es afirmativa, aunque conviene matizar en cada caso. Existen, por tanto, ciertas contraindicaciones, que pueden ser absolutas o relativas en función del estado de salud previo del paciente, de las particularidades del mismo y de las características del obstáculo en cuestión.

La mayor parte de implantólogos y profesionales de la odontología, no obstante, desaconsejamos absolutamente los implantes en los siguientes casos:

  1. Infarto agudo de miocardio o accidente cerebral vascular ocurrido hasta 12 meses antes de la intervención.
  2. Inmunosupresión severa. El sistema inmunitario puede reaccionar deficientemente, provocando graves problemas de cicatrización. Suele darse en personas bajo tratamiento de quimioterapia, radioterapia, corticoides, en enfermos de VIH etc.
  3. Patologías de coagulación no controladas. Como es obvio, este tipo de problemas impiden la realización del acto quirúrgico.
  4. Trastornos psiquiátricos de carácter grave, alcohólicos, drogadictos etc. No se recomienda el tratamiento en este tipo de pacientes, porque resulta complicado asegurar el cumplimiento de las pautas marcadas por el odontólogo o implantólogo.
  5. Bifosfonatos endovenosos. Debe valorarse cada situación particular, aunque por lo general este tipo de tratamientos conlleva mayor riesgo de sufrir osteonecrosis.
  6. Enfermedades endocrinas y del metabolismo óseo no controladas (osteomalacia, osteogénesis…). La osteomalacia se caracteriza por la pérdida de calcio en los huesos, sin reducción de la masa ósea. Por su parte, la osteogénesis imperfecta (niños de cristal) es una patología de nacimiento, que conlleva una excesiva fragilidad de los huesos. El problema radica en una deficiencia congénita relacionada con la elaboración de una proteína, el colágeno I.
  7. Tumoraciones malignas y, en general, patologías graves de medicina interna.
  8. Embarazo. Es recomendable realizar el implante una vez terminado el embarazo. Deben evitarse las incomodidades a mamá y bebé, además de las radiografías, usuales en este tipo de tratamientos.

Por otro lado, existen circunstancias o condiciones que dificultan el buen desarrollo de los implantes, aunque pueden revertirse aplicando soluciones alternativas, tratamientos o rectificando determinadas conductas. Estas contraindicaciones relativas son:

  1. Alergia al titanio. La mayor parte de los implantes están fabricados con este material. Sin embargo, en el mercado pueden encontrarse otros componentes, como zirconio o tantalio, que resultan ideales en caso de alergia al primero.
  2. Deficiente higiene bucal y enfermedades periodontales. Antes y después del implante es de vital importancia llevar a cabo diariamente una escrupulosa higiene bucal. No en vano, la placa bacteriana puede llegar a ser letal para aquél.
  3. Déficit óseo. Puede ocurrir que no exista hueso suficiente para realizar el implante o que las condiciones del mismo no sean idóneas. En estos casos siempre queda la posibilidad de realizar injertos, con el fin de ganar volumen y densidad.

Como señalamos al principio, el alcance del hecho impeditivo debe valorarse en cada caso concreto y paciente. En este sentido, resulta imprescindible realizar un estudio previo que concrete las posibilidades de éxito, las alternativas viables al problema en cuestión y las actuaciones a implementar antes de proceder a colocar el implante dental.

Hay que ser precavido/a pero, al mismo tiempo, confiar plenamente en los profesionales de la odontología. No en vano, los porcentajes de éxito en implantología son abrumadores si se realiza un correcto mantenimiento y se respeten las indicaciones dadas por los dentistas.